Hoy ha sido un día especial para Sophia, de 19 años. Sus padres, John y Maria, decidieron que era hora de presentarle a gente interesante y ayudarla a entablar una relación.
Sophia no estaba muy animada, ya que prefería pasar tiempo con sus amigos antes que tener citas organizadas. Sin embargo, la joven se dio cuenta de que sus padres querían lo mejor para ella y decidió confiar en ellos.
Por la mañana, los padres de Sophia le informaron de que tendría una cita doble con dos jóvenes africanos. Sophia estaba un poco nerviosa, pues no sabía qué esperar. John y Maria aseguraron a su hija que esos chicos eran muy simpáticos y educados, y que estaban deseando conocerla.
Cuando llegó la hora de la reunión, Sofía se puso su vestido favorito y se peinó. Se maquilló y salió de casa con sus padres. Condujeron hasta un pequeño y acogedor café donde la esperaban dos chicos africanos.
Sofía se sintió inmediatamente atraída por los nuevos conocidos. Se llamaban Mubarak y Amin y resultaron ser unos jóvenes muy simpáticos y encantadores. Saludaron a Sofía y a sus padres e invitaron a todos a la mesa familiar.
Durante toda la velada reinó un ambiente distendido y relajado. Mubarak y Amin le hablaron a Sofía de su tierra, su cultura y sus tradiciones, y la niña escuchó atentamente, haciendo muchas preguntas. Le sorprendió lo interesante y única que era su historia.
Poco a poco, Sofía empezó a sentirse cada vez más cómoda. Se dio cuenta de que Mubarak y Amin se interesaban de verdad por su vida y sus aficiones. Bromeaban y reían con ella, y le sorprendió lo rápido que habían encontrado un lenguaje común.
Cuando llegó la hora de despedirse, Sofía agradeció a sus nuevos conocidos la maravillosa velada. Intercambió números de teléfono con ellos, con la esperanza de seguir en contacto. Los padres de Sofía se alegran de que su hija se lo haya pasado tan bien y haya hecho nuevos amigos.
De camino a casa, Sofía no podía dejar de pensar en Mubarak y Amina. Le fascinaba su franqueza y amabilidad. Se dio cuenta de que sus prejuicios sobre los desconocidos eran erróneos, y ahora estaba deseando volver a encontrarse con ellos.
Por la noche, Sofía llamó a los chicos y les invitó a dar un paseo por el parque. Mubarak y Amin aceptaron encantados, y al día siguiente pasaron un día maravilloso juntos. Sofía sintió que entre ellos surgía una verdadera amistad y agradeció a sus padres que organizaran tan bien la cita.
Con el paso de las semanas, Sofía se fue acercando cada vez más a Mubarak y Amin. Todo iba bien, Sofía pensaba que había encontrado verdaderos amigos en Mubarak y Amin. Pero, de repente, todo cambió en un instante.
Una noche, cuando Sofía acordó encontrarse con los chicos en el parque, las cosas no salieron según lo previsto. Cuando la chica se acercó al lugar acordado, de repente la agarraron, le cerraron la boca y la obligaron a entrar en el coche. Sofía se quedó estupefacta ante lo que estaba ocurriendo, intentó resistirse, pero los dos fuertes africanos pudieron con ella fácilmente.
La llevaron a un lugar desconocido. Su corazón latía de miedo, no entendía qué estaba pasando y por qué había sido secuestrada por sus nuevos amigos. Mubarak y Amin permanecieron en silencio, sin responder a sus preguntas.
Finalmente, el coche se detuvo y arrastraron a Sofía hasta una pequeña casa. La ataron a una silla y sus captores empezaron a discutir en voz alta en un idioma desconocido. La niña intentó gritar, con la esperanza de que alguien la oyera, pero rápidamente le taparon la boca con cinta adhesiva.
Los padres de Sophia entraron en pánico cuando su hija no volvió a casa. Inmediatamente llamaron a la policía para denunciar su desaparición. Los agentes de policía iniciaron una búsqueda urgente de la niña desaparecida.
John y Maria estaban seguros de que tenía algo que ver con Mubarak y Amin. Recordaban que habían visto a los chicos llevarse a Sofía a algún sitio. Los padres estaban desesperados, no podían creer que sus nuevos conocidos pudieran haber secuestrado a su hija.
La policía consiguió ponerse rápidamente tras la pista de los secuestradores. Pronto localizaron el coche y la policía siguió hacia dónde se dirigía. Rodearon la casa donde tenían retenida a Sophia y lanzaron una operación para liberarla.
Cuando Mubarak y Amin se dieron cuenta de que les habían tendido una trampa, entraron en pánico. Intentaron escapar, pero fueron detenidos rápidamente. La policía irrumpió en la casa y encontró a una aterrorizada Sofía todavía atada a una silla. La niña lloraba, pero estaba ilesa.
Los padres de Sofía corrieron hacia ella, la abrazaron con fuerza y la besaron. Estaban encantados de que su hija estuviera sana y salva. La policía detuvo a Mubarak y Amin, y Sofía fue llevada a casa, donde por fin se sintió segura.
Este terrible incidente conmocionó profundamente a Sofía. No podía creer que sus nuevos amigos fueran delincuentes peligrosos. La niña estaba agradecida a sus padres y a la policía por haberla salvado. Ahora tendría mucho más cuidado a la hora de elegir amigos y no se fiaría de las primeras personas que conociera.