La Luna llena de junio, que generalmente es la última de la primavera o la primera del verano en el hemisferio norte, se denomina Luna de Fresa.
En 2024, la Luna de Fresa no solo será culturalmente relevante, sino también un impresionante espectáculo visual debido al perigeo, el punto en el que la Luna se encuentra más cerca de la Tierra. Esto la hará parecer más grande de lo normal, una ilusión óptica causada por su cercanía.
La Luna llena de junio, conocida como Luna de Fresa, debe su denominación a las tribus indígenas de América del Norte, en particular a los Algonquinos.
De acuerdo con National Geographic, estos pueblos relacionaban la Luna con la breve temporada de cosecha de fresas en el noreste de América del Norte. Felicia Chou, portavoz de la NASA, señaló que este nombre rinde homenaje a esas antiguas tradiciones.
No solo los Algonquinos asignaban nombres y leyendas a la Luna. Los griegos antiguos la vinculaban con las diosas Artemisa y Hécate, mientras que los romanos la asociaban con Diana Cazadora.
¿Qué nombres tienen las lunas según los Algonquinos?
Los Algonquinos, una comunidad indígena que vivía desde Virginia hasta las Montañas Rocosas y al norte hasta la bahía de Hudson, utilizaban la Luna para marcar fechas significativas en su calendario.
3 de junio: Luna de Fresa, debido a la época de cosecha de fresas.
3 de julio: Luna del Cabrito.
1 de agosto: Luna de Esturión.
30 de agosto: Doble Luna Llena, también conocida como Luna Azul.
29 de septiembre: Luna de Cosecha.
28 de octubre: Luna del Cazador.
27 de noviembre: Luna del Castor.
26 de diciembre: Luna Fría, por las bajas temperaturas.
Es fascinante cómo estas tradiciones han sido mantenidas y promovidas por las autoridades estadounidenses, subrayando la importancia de las culturas indígenas.
¿Cómo y cuándo ver la Luna de Fresa?
Este año, la Luna de Fresa estará en el cielo nocturno el 21 de junio. Para disfrutar de este evento, no se requiere equipo especial; se podrá contemplar a simple vista. Sin embargo, para obtener la mejor visualización, se recomienda alejarse de las zonas con alta contaminación lumínica.
La Luna de Fresa es un recordatorio de la conexión entre la naturaleza y las antiguas tradiciones humanas. Aunque no está directamente relacionada con fenómenos astronómicos específicos, como explica Julieta Fierro Gossman del Instituto de Astronomía de la UNAM, su observación sigue siendo un evento culturalmente enriquecedor y visualmente asombroso.